¿Por qué celebramos el año nuevo el 1 de enero?
Como es de saber, desde la antigüedad la humanidad siempre se ha regido en base al movimiento de las estrellas para realizar sus principales actividades como lo son la siembra y la cosecha de los alimentos, y es en torno al Sol que se programaban épocas anuales en las cuales realizaban tales tareas como en los solsticios y equinoccios.
No hace mucho, un poco más de cuatro siglos, el año nuevo se festejaba en casi todo el mundo el 21 de marzo, en coincidencia con el equinoccio de Primavera boreal, suena lógico celebrarlo en esa fecha ya que se aprecia el resurgimiento de la vida (vida nueva) en la naturaleza tras el frío y mortal invierno en nuestro planeta, y qué mejor razón para celebrarlo como Año Nuevo.
Y entonces... ¿Por qué celebramos el año nuevo el 1 de enero?
Para esto demos "gracias" a la Iglesia Católica ya que en 1582, al reemplazar el calendario juliano por el que hoy rige (calendario gregoriano), el papa Gregorio XIII determinó que el año comenzara el 1 de enero por suponer que fue el día de la circuncisión de Jesús.Hasta allí y durante miles de años, había habido coincidencia en el mundo en festejar el año nuevo el 21 de marzo, excepción hecha de algunos pocos pueblos, entre ellos, el judío, el chino, el musulmán y los originarios de Sudamérica.